Empezar por el principio e ir sumando poco a poco suele ser la mejor estrategia para emprender cualquier proyecto, sea cual sea el nombre de éste. De tal forma, hoy quiero platicarles sobre el cáncer. Así que, sin más dilación y atendiendo a la que consideramos la mejor estrategia, empecemos por el principio: ¿qué es el cáncer?

>> Toda la información redactada en este texto tiene un sustento científico que la respalda y pueden encontrar las referencias al final del texto 😀 <<

¡Lean, lean, lean!

         Cáncer es un término muy general que comprende a un grupo vasto de enfermedades que comparten ciertas características en común. Estas características son: (1) el crecimiento anormal y descontrolado de alguna célula de nuestro cuerpo, (2) la capacidad de esas células de propagarse e invadir otros tejidos de nuestro cuerpo y (3) la capacidad de esas células de evadir su destrucción gracias a nuestro sistema inmunológico 1.

Entonces, ¿el cáncer se origina a partir de nuestras propias células?

Afirmativo, y para entender esta respuesta conviene recordar un poco de biología para comprender la composición microanatómica de nuestro cuerpo.

         Nuestro cuerpo completo es como un rompecabezas que puede ser separado en múltiples piezas individuales que llamaremos células. Estas células son la unidad fundamental que hace que todo nuestro organismo funcione de manera correcta. Cada una de estas células se organiza de distintas formas para dar origen a nuestros tejidos. A su vez, la organización de los tejidos da origen a cada uno de nuestros distintos órganos, como los pulmones, el hígado, los riñones, etc. Y estos órganos, en conjunto, forman sistemas, como el sistema respiratorio, el sistema músculo esquelético, el sistema nervioso, etc.

         Volvamos a las células. Cada una de estas pequeñas células tiene un ciclo vital; es decir, nace, crece, lleva a cabo su función, se reproduce (división celular) y muere (proceso que se llama apoptosis). En el proceso de división celular cada célula tiene la capacidad de duplicarse, a sí misma, para crear una nueva célula idéntica que tomará el lugar de la otra célula senescente.

         En esta división, uno de los componentes más importantes es la creación de una copia fiel del material genético (ADN) que se encuentra en el interior de cada célula individual. Este ADN es el material genético en donde se guarda toda la información necesaria para continuar con la vida del organismo completo.

         Bastante complejo ¿no?, se pone más...

         Es en este proceso de división celular y de copiado del ADN donde, si ocurre un pequeño error (que llamaremos mutación) y si este error no es reparado a tiempo, la célula puede perder su capacidad para regular el crecimiento; es decir, literalmente la célula, o mejor dicho ella y su linaje, se vuelven inmortales. Estas células inmortales, conforme crecen y se vuelven a dividir, adquieren más mutaciones hasta perder por completo las características y la función de la célula original obteniendo todas las características que mencionamos al inicio del texto. Es en este momento cuando las llamamos células malignas, células cancerígenas o simplemente: cáncer.

         Y eso, mis queridos lectores, eso es, en esencia, el cáncer.

Referencias